Pedro Pablo Kuczynski anunció hace unos días que ha pedido ante la embajada de Estados Unidos que se acepte su renuncia a la nacionalidad estadounidense. Esto es una confesión inaudita: confirma que todavía es un ciudadano extranjero, como el Departamento de Estado lo señaló anteayer, y que todo este tiempo ha estado engañando a los peruanos.
Hay quienes, para encubrir a PPK, dicen que él tiene doble nacionalidad. No es cierto. En el juramento de lealtad (Oath of allegiance) que prestó en Estados Unidos para naturalizarse estadounidense expresó: “absoluta y enteramente renuncio y abjuro (renounce and abjure) a toda lealtad y fidelidad a cualquier príncipe, potentado, estado o soberano para el cual he sido antes de ahora súbdito o ciudadano”.
Ese párrafo indica que PPK ya no es peruano, aunque haya nacido en el Perú, y que es un estadounidense ciento por ciento. Para remachar la verdad, la Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado emitió el martes 29 un comunicado que quizá precipitó la “renuncia” de PPK a su condición de extranjero.
Queda claro que la Constitución del Perú dice que los candidatos a la presidencia de la República deben haber nacido en el Perú; pero en ninguna parte autoriza a que un extranjero gobierne el país.
Veamos el aplastante (aplastante para PPK y sus homólogos) documento del Departamento de Estado.
Señala el texto que PPK y Javier Serra Casavilca, Kilder Fuentes Bermúdez, David Chang Wong Kcomt y Norberto Curitomi, naturalizados estadounidenses, al candidatear en el Perú, están violando el juramento de lealtad a Estados Unidos. Traducimos un párrafo central:
“El principio de que un ciudadano estadounidense debe ser leal a Estados Unidos y a ningún otro país o poder político es un principio moral y constitucional del más elevado orden en nuestro país. Cuando los inmigrantes se convierten en ciudadanos estadounidenses prestan un juramento solemne de ‘renunciar absoluta y enteramente’ a toda lealtad política previa. Su lealtad al ‘viejo país’ es transferida a Estados Unidos”.
Al parecer nadie ha visto de cerca el texto de la “renuncia” de PPK. peruanos residentes en Estados Unidos sugieren que a lo mejor sólo ha pedido permiso para postular. Hay un antecedente, me indican. Hace algunos años, un político de Serbia naturalizado estadounidense fue propuesto para el premierato de su país, y pidió permiso a Washington.
“Los gringos no se lo iban a negar”, comentan nuestros paisanos. “A Estados Unidos conviene tener su gente o sus aliados en todo sitio”.
PPK se enfrenta a un grave problema. ¿Qué pasa si el Departamento de Estado de su patria adoptiva le niega la renuncia o el permiso? ¿Seguiría manteniendo el descaro de ser candidato a presidente teniendo calidad de extranjero?
Ser o no ser estadounidense, ese es su dilema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario