El grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo le pone precio a la cabeza del presidente guaraní, a quien llaman “Sátiro de San Pedro”. Los guerrilleros también ofrecen su "eterna gratitud" a quien elimine a Lugo. (USI).
El Gobierno de Paraguay dio a conocer un supuesto mensaje del grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en el que se ofrece una recompensa equivalente a mil dólares por la cabeza del presidente Fernando Lugo.
La nota fue hallada en un campamento del movimiento armado, según el Ministerio del Interior. “Ofrecemos cinco millones de guaraníes y nuestra eterna gratitud a quienes nos entreguen al siguiente verdugo del pueblo: Fernando Lugo, alias "Sátiro de San Pedro”, señala el mensaje.
El EPP también exhorta a la población a no vivir cerca de residencias de “poderosos, magnates, burócratas, políticos, cuarteles o comisarías” para evitar daños colaterales de eventuales atentados o ataques armados.
El EPP es una organización que se autodenomina insurgente y a la que las autoridades atribuyen secuestros y la muerte de policías.
En la región Ancash se vive una atmósfera contaminada, un estado de sicosis colectivo similar al caso paraguayo; candidatos corruptos y mafiosos con ambición de poder amenazan de muerte a sus opositores desde el anonimato, a diestra y siniestra.
El Gobierno de Paraguay dio a conocer un supuesto mensaje del grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en el que se ofrece una recompensa equivalente a mil dólares por la cabeza del presidente Fernando Lugo.
La nota fue hallada en un campamento del movimiento armado, según el Ministerio del Interior. “Ofrecemos cinco millones de guaraníes y nuestra eterna gratitud a quienes nos entreguen al siguiente verdugo del pueblo: Fernando Lugo, alias "Sátiro de San Pedro”, señala el mensaje.
El EPP también exhorta a la población a no vivir cerca de residencias de “poderosos, magnates, burócratas, políticos, cuarteles o comisarías” para evitar daños colaterales de eventuales atentados o ataques armados.
El EPP es una organización que se autodenomina insurgente y a la que las autoridades atribuyen secuestros y la muerte de policías.
En la región Ancash se vive una atmósfera contaminada, un estado de sicosis colectivo similar al caso paraguayo; candidatos corruptos y mafiosos con ambición de poder amenazan de muerte a sus opositores desde el anonimato, a diestra y siniestra.
En la provincia de Huari y en el distrito de Anra las amenazas de muerte esta al orden del día, los periodistas honestos que denuncian actos que van contra la Ley son victimas de amenaza en sus distintas formas. Evidentemente son métodos maquiavélicos que evocan los tiempos de la dictadura fujimontesinista; sistema de gobierno funesto que le toco vivir al Perú la década perdida de los 90.
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